Svensk Dröm!

miércoles, 17 de septiembre de 2014

La prisión de la distancia

La vida del expatriado es más compleja de lo que muchos pueden imaginar. No todo es viajes excitantes y mucho menos lujos, idea que se genera en nuestros conocidos cuando saben que vivimos en un país económicamente mejor. La vida que proyectamos en redes sociales en ocasiones solo refleja eso, fotografías del momento, pero no la profundidad de lo que muchos de los que vivimos fuera de la patria sentimos. 



Leer me es placentero, me lleva lejos a la profundidad de mis pensamientos. Ver películas me relaja, me regala imágenes para soñar e historias para sobremesa. Me gusta leer artículos de internet como blogs o revistas electrónicas, muchas veces tienen temas que nadie más toca.También veo series de televisión, a veces creo que no está mal bajar la guardia y dar oportunidad de que nos convenzan de comprar algo -ideas, productos o historias- que no necesitamos, a fin de cuentas queda en uno tomar esas decisiones. 

Por causa de una de estas series, y por simple que parezca de una página de internet que sigo, es que caí en cuenta de que sí, ser expatriado o viajero tiene desventajas que a veces se asemejan a las de estar preso -guardando las prudentes dimensiones, antes de me acribillen-.

Para contextualizar mis ideas he de mencionar la serie y la página: 

a) Orange is the New Black. Serie estadounidense (raro) ubicada en una prisión neoyorquina (más raro aún) de comedia (ok, suficiente) que gira en torno a las vicisitudes de una rubia educada recién ingresada. Es irreal, a veces tonta, pero para eso vemos series de televisión ¿cierto? Si quisiera algo inteligente vería algún documental y solo tal vez vería algo verídico con bases teóricas.

b) Humans of New York. Blog originado en Tumblr. cuya página de Facebook tiene más de 9.4 millones de seguidores medidos en "Likes". Su autor y fotógrafo profesional es Brandon Stanton quien toma fotografías de individuos comunes y corrientes de las calles de Nueva York -curiosamente también- y las publica con fragmentos de conversaciones o comentarios emitidos por los personajes retratados. Debo agregar que es excelente, sobre todo en fechas recientes en que ha visitado Irak, Congo e India con el mismo concepto. Uno llega a poner en perspectiva sus condiciones de vida y tragedias personales cuando lee lo que otras personas han y siguen viviendo en el mundo.

Estas dos fuentes de entretenimiento por azares del destino, en un mismo día y añadiendo una conversación personal profunda, tocaron el mismo punto de dolor de todos los que vivimos lejos de nuestra amada patria: nos perdemos momentos importantísimos de la vida de la gente que queremos.

En Orange is the New Black, una de las líneas de argumento que resultó reveladora fue: 
"Sometimes I feel like I'm missing so much" - "A veces siento que me estoy perdiendo de tanto.." En algún capítulo posterior la protagonista "se pierde" la muerte de su abuela por estar presa.

En Humans of New York, Brandon preguntó a la mujer de la imagen cual había sido su más grande logro a lo que respondió, "mantener contacto con amigos y parientes que viven lejos", "es importante tener personas que te recuerdan en diferentes etapas de la vida. Es especialmente importante conforme vas envejeciendo, porque hay cada vez menos de esas personas. Y son ellos quienes te recuerdan quien eres" 




Fue en el mismo día en que estas dos imágenes pasearon frente a mi en el que tuve una conversación con un par de amigos en Dubai, un indio y un brasileño, en la que coincidíamos en que después de años fuera de nuestros respectivos países la vida que al momento de partir parecía detenerse por nuestra ausencia en realidad sigue su curso y por momentos a velocidades más rápidas. Nuestra gente sigue su vida -como debe ser- y los eventos de vida siguen sucediendo inexorablemente. La gente se casa, tiene nuevos trabajos, cambian de departamento, los bebés dan sus primeros pasos, amigos fracasan, tienen hijos... Algunos mueren. Y nosotros, espectadores a través de la casi bendita hoy en día vitrina electrónica, la del Facebook, Skype o Whatsapp, sólo miramos y no pasamos de una conversación o un par de "likes". 

Algunos tenemos la oportunidad de visitar el hogar una o dos veces al año, pero créanme cuando digo que no son todos ni por asomo y que tampoco son suficientes (no me dejarán mentir los colegas expatriados). Sobre todo en Dubai, donde los precios son exorbitantes y muchos viven al día o sus países están muy lejos. O bien, muchos tienen sus pasaportes confiscados en la empresa para la que laboran. Esos no pueden viajar nunca porque no pueden salir del país. Luego entonces su libertad está limitada. Esos son presos no catalogados. 

El horario también es una traba. No siempre puedes llamar porque del otro lado del mundo están dormidos o viceversa. Como cuando quieren llamar los presos desde la prisión y resulta que no había nadie del otro lado de la línea a la hora que lo intentaron.

Si eres mexicano, extrañas la comida y aprovechas la visita anual para traer tu "comisaria" de productos mexicanos porque, si eres mexicano bien nacido, sabes que no hay restaurante mexicano real en ningún lugar del mundo que no sea México y algunos en Estados Unidos. Extrañas la comida de mamá y te tienes que acoplar a la comida en donde te encuentras. Muchas veces no hay de otra más que aguantarse el asco, como en la cárcel. Por eso también, cuando vives lejos del hogar, ahora aprendes a cocinar. Eres creativo y ya no sólo avientas la pasta al agua y compras yoghurt, ahora también usas especias y hasta te preocupas por las calorías de más que empiezas a consumir.

Tienes amistades bastante raras, de todos los colores y sabores. Te adaptas a tipos de gente que quizá antes jamás hubieras pensado que conocerías o que existía: ¿Liechtensteiner? ¿Qué es eso?, ¿Bahraini? ¡No bromees! - son tu familia ahora. Y de ninguna manera puede ser algo negativo, al contrario, es refrescante y aleccionador, ¡se aprende tanto de la gente! Incluso de aquellos que su momento te parecen indeseables.

También en esta aventura a distancia, muchos nos volvemos co-dependientes de la música. Escuchamos música día y noche. La buscamos insaciablemente por que nunca es suficiente, nunca es tan fresca y nunca (y siempre a la vez) tiene el significado que sientes. Vives pescando música con Shazzam hasta en tiendas de ropa. Quizá sea tanto escuchar ritmos y la relativa soledad en que vives, sobre todo los primeros meses, que comienzas a hablarte a ti mismo. A veces en voz alta, a veces solo en tu mente, pero te diriges a ti mismo, sostienes conversaciones con tu "yo" interior. 

La distancia es remedio para muchas personas. El emigrar en todos los casos es para vivir mejor y creo que en la mayoría se logra a pesar de lo que se piense. Sin embargo, a veces representa aislamiento y soledad, algo muy parecido a estar preso. En Dubai a veces tengo la percepción de que todos tienen una amarga sonrisa: todos están felices y tristes a la vez en cierta medida ¿porqué?, porque siempre, constantemente, extrañamos a alguien; nos falta alguien que esta lejos.

La experiencia de haber salido de mi país para buscarme a mi mismo fuera de el no la cambio por nada. Es la mejor decisión de mi vida y me ha mostrado lo que más me gusta hacer: viajar. Como todo acto de superación y de significado personal, este viene con sacrificios de medio o largo plazo. Hagámoslo valer y seamos conscientes de las consecuencias. Por lo pronto esto me hace feliz, yo soy el juez de mi condena en la prisión de la distancia. 






No hay comentarios:

Publicar un comentario